martes, marzo 22, 2011

MÁGICO BOSQUE




"El mundo presentaba un aspecto mágico, infantil y cómico. Todos aquellos almohadones blancos tan gordos y esponjosos, como recién sacudidos, sobre las ramas de los árboles, los montículos del suelo, bajo los que habían quedado escondidos arbustos y rocas, todo aquel paisaje sepultado y agazapado bajo un blanco colchón, embozado hasta los ojos como un personaje de teatro, hacían que la realidad pareciese el País de los Gnomos, una jocosa estampa sacada de un cuento de hadas. Mas, si aquel escenario en el que tan difícil resultaba moverse se antojaba cómico y fantástico, el fondo que se veía en lontananza, las estatuas gigantes que eran los Alpes nevados, evocaban lo sublime y lo sagrado.
Por las tardes, de dos a cuatro, Hans Castorp se tumbaba en su terraza, muy bien empaquetado en las mantas, la nuca apoyada contra el respaldo de su excelente tumbona, ni demasiado alta ni demasiado baja, y contemplaba el bosque y la montaña por encima de la almohadillada  de nieve de la balaustrada. El bosque de abetos, de un verde casi negro, ahora cubierto de nieve, ocultaba las laderas; entre los árboles, el suelo era una gruesa alfombra de nieve".

Thomas Mann. La montaña mágica. 1924.

No hay comentarios: