martes, marzo 01, 2011

LA ARMÓNICA DE CRISTAL. TRAYECTORIAS SONORAS


Un nuevo martes, bienvenidos a La armónica de cristal. Hoy proponemos un gran salto en el tiempo, concretamente al siglo XVI, para recordar una de las más excelsas piezas de polifonía religiosa del momento: el motete Spem in alium del autor inglés Thomas Tallis (1505-1585). Aunque poco se sabe de los orígenes de este compositor, parece que actualmente se sitúa su nacimiento en el entorno de Kent. Fue organista en Dover, al servicio de los monjes de Canterbury. Más tarde, ejerció el mismo cargo con su discípulo William Byrd en la Abadía de Waltham, en las cercanías de Londres, hasta la disolución de ésta en 1540, fecha en que pasa a realizar sus servicios en la Catedral de Canterbury, ya sin monasterio, hasta dos años más tarde, en que es nombrado Gentleman de la Capilla Real. Allí trabajó para los reyes Enrique VIII, Eduardo VI, María I e Isabel I. La evolución política es determinante en el estilo adoptado por los compositores, que pasa desde las primeras obras, en el caso de Tallis, antífonas dedicadas a la Virgen, a una escritura más austera en estilo silábido, correspondiendo con la ruptura propiciada por Enrique VIII. Si bien Tallis siempre conservará la aplicación de rasgos de carácter según el texto. Con el comienzo de la Liturgia Reformada Anglicana durante el reinado de Eduardo VI, Tallis compone en inglés, además de en latín. La vuelta al Rito Romano con María Tudor impulsa una concepción más próxima a la de inicios de siglo.

Con la llegada de Isabel I (1558), se comienza a aplicar el Libro de Plegaria Común, que supone una vuelta a la composición mayoritariamente en inglés y, por supuesto, la abolición de la Liturgia Romana. Ello implicará una tendencia generalizada al puritanismo (salmos a cuatro voces, de los que Tallis publicará nueve). Sin embargo, los compositores de tracición católica como Taverner, Fairfax y Byrd, además de Tallis, continuaron desarrollando una polifonía inglesa, gracias a la actitud más permisiva de Isabel I en cuestiones religiosas que en políticas (de hecho, permitirá la traducción al latín  del Libro de Plegaria Común en 1560). Además, la Capilla Real británica, a pesar de estar integrada por autores autóctonos, a diferencia del resto de Europa, recibió la influencia de algunos compositores continentales como la familia de los  Ferrabosco, que fue decisiva en la adopción del contrapunto.
En 1575, Isabel concede a Tallis y Byrd el monopolio durante 21 años para la impresión de partituras en cualquier idioma, pudiendo escribir producción para los ámbitos anglicano y católico. La primera publicación de Tallis es una colección titulada Cantiones Sacrae dedicada a la Reina, para la que escribe 16 motetes que se suman a otros 18 de Byrd. Es precisamente en esta compilación donde se da a conocer Spem in alium, motete a ocho coros a cinco voces, es decir, un complejo ejemplo de maestría contrapuntística en el manejo de 40 voces en total. Existen tres teorías sobre el inicio de su escritura: por una parte, parece que fue la visita del compositor mantuano Alessandro Striggio en 1567 para presentar un motete a 40 voces y una misa de hasta 60, lo que parece sirvió de modelo primigenio de la obra de Tallis, quien ideó un motete lleno, por otra parte, de simbolismo, para el Duque de Arundel: la obra estaba diseñada para su interpretación en le palacio de éste, en concreto su sala de banquetes octagonal. A su vez constaba a su vez de cuatro balcones en el primer piso. 

Tallis dispuso la ejecución alrededor, con cuatro de los ocho coros a cinco partes cantando desde los balcones. El estreno se produjo, según afirma el noble a su sobrino el Duque de Norfolk, en 1572. La segunda teoría, que parece cobrar más peso en la actualidad, sería la composición para el 40º cumpleaños de Isabel I y la tercera, que fue estrenada años antes, en honor de la Reina María.
En cualquier caso, la obra es un ejemplo de la típica expresividad de Tallis infundida en su producción. Comienza con una voz en el primer coro, seguida de otras voces en imitación, volviendo al silencio cuando la música se mueve en los ocho coros, con las 40 voces a la vez (precisamente en el compás 40, otro recurso simbólico aplicado por Tallis). A continuación, el patrón del comienzo es retornado pasando a través de los coros, esta vez desde el octavo al primero. Tras esa pausa dramática, los coros cantan en parejas, intercambiando a modo de diálogo el material musical, hasta la culminación de la pieza, en que vuelven a oírse las 40 voces a la vez (en torno a los diez minutos desde su comienzo). El texto, ya utilizado por otros compositores como Palestrina, corresponde al Oficio de Maitines y actualmente se interpreta en la Primera Lección del Jueves de la 29ª Semana del Año. En 1610 se cambió la letra del motete para la Coronación del Príncipe de Gales Henry Frederick.
La utilización del estio contrapuntístico y, ocasionalmente homofónico, así como la individualidad de las voces, el uso "armónico" expresivo y su juego espacial, gracias al uso de contrastes de voz y silencio e intercambio de sonoridades, son rasgos que confieren al motete una cualidad de experiencia acústica única.

Traducción del latín:

No he puesto mi esperanza sino en Ti,
Oh Rey de Israel
que puedes mostrar ira
y generosidad,
y que absuelves todos los pecados del hombre sufriente
Señor Dios.
Creador del Cielo y Tierra
recibe nuestra humildad.


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