martes, enero 19, 2010

ONDAS Y ESFERAS





Bienvenidos un nuevo martes a esta sección que nos propone un viaje sin parámetros a través del arte de los sonidos. Hoy nuestro recuerdo es para una de esas obras más estudiadas de Mozart, el Concierto para piano K.488, Número 23, no sólo por su exploración exitosa de la estructura formal, sino por sus aportaciones tímbricas y sus recursos técnicos. En concreto, destacamos su Segundo Movimiento, de un lirismo que trasciende su naturaleza material. Su siempre abrumadora melodía, cuyas notas, parecen prender de los astros, destila una belleza de etérea esencia y nos muestra una vez más el  extraordinario conocimiento y capacidad del genio de Salzburgo para comprender y reflejar la profundidad del alma humana. Un movimiento de sextas paralelas descendentes inicia un diseño formal clásico en ABA, que, sin embargo, es transformado a través de la escritura de Mozart, hasta alcanzar las más elevadas cotas de expresividad.




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