

El pasado martes se celebró una nueva sesión de nuestro Club de Lectura de Adultos, en el que se comentó la novela
La piedra lunar de Wilkie Collins. Pese a la dificultad que implicó para algunos de nuestros compañeros avanzar en la progresión de la narración, debido a su ritmo y a la complejidad de la trama, la obra de Collins no dejó de asombrarnos por su original plantemiento formal, en el que se recurre a la superposición epistolar, dando voz a los distintos personajes y al profundo conocimiento del alma humana (de sus dudas y resoluciones determinadas por factores sociales y morales). Nocha elogió la múltiple oferta de perspectivas que nos muestra el relato y la capacidad del escritor para ordenarlas con lógica, recordando en todo momento la situación y carácter de cada personaje, así como la fiel premisa de prolongar la tensión hasta el final, imprescindible en cualquier título policial. Pilar señaló, a este respecto, el enriquecimiento que aporta este recurso de la escritura desde distintos puntos de vista de un mismo hecho, la utilización de distintas personas como narrador y el distanciamiento que exige al autor. También subrayó el gran dominio del lenguaje por parte de Collins. Los miembros del Club comentamos, asimismo, cuestiones implícitas en ésta y otras novelas victorianas, como la férrea diferenciación de clases (que, en este caso, aparece reflejada espléndidamente en las relaciones entre la figura del mayordomo y sus superiores), la crítica a posiciones puritanistas de la sociedad británica y su evolución a lo largo del siglo XIX, etc.
La sesión culminó con las recomendaciones de María para próximas citas: Ana María Matute y La playa de los ahogados de Domingo Villar.
Comentarios
Besos victorianos para todos nuestros amigos decimonónicos.
Pilar