MÁGICO BOSQUE

Hola, hoy inauguramos una nueva sección en conmemoración del Año dedicado a los Bosques. Con ella rendimos homenaje, mediante la reproducción de pasajes literarios, fragmentos de artes plásticas o estudios biológicos, a esos reductos tan próximos y a veces desconocidos, que nos infunden temor y paz a un tiempo. En este caso, nos referimos, sirviéndonos de la voz de Gerardo Diego, a los bosques de los Pirineos. Deseamos que disfrutéis con las aportaciones de todos los departamentos y grupos.

El bosque

Lo sabes de memoria. Como el viejo piloto                Más arriba los pinos de dolientes agujas, 

o el pastor de las cumbres conocen sus estrellas,        los roles y el encaje de sus hojas dorando,

así tú reconstruyes con los ojos cerrados,                   los azules abetos de isósceles pirámides,

entre los troncos fieles, los ecos de tus huellas.           las hayas aún sonoras del cuerno de Rolando.

El bosque es el palacio de tus sueños de niña,            Cuando vuelves a casa con las pupilas claras

habitado de trasgos y de benignas hadas.                  de los pozos de cielo sorbido entre malezas,

Y cuando ahora recorres sus claros laberintos           me tiendes tus dos manos ya casi vegetales,

vuelve el sueño a posársete, ave de alas plegadas.     olorosas al beso ciego de las cortezas.

So los árboles tuyos, hijos del Pirineo,                     Ven, mi reina del bosque; ven, mi infantina errante.

hermanos de los míos, de cántabro linaje.                 ¿No sientes en tus plantas un tirón de raíces?             

El rosario de vértebras de ese saurio o coloso          Di a las locas ardillas, curiosas comadrejas

de punta a punta cruje mensajes del paisaje.            que en el huerto heredado también somos felices.

Son los fresnos esbeltos, avellanos y escobios,

los nogales solemnes y estrellados castaños,

las sonajas altísimas del álamo y del chopo,

la paciencia del olmo a través de los años.

Gerardo Diego. La Sorpresa, Cancionero de Sentaraille. 1941.