miércoles, enero 11, 2017

CLUB DE LECTURA DE ADULTOS "JOSÉ BECEIRO"

En nuestro Club de Lectura "José Beceiro" nos sumamos a la celebración de una de las grandes conmemoraciones literarias de 2017, el Bicentenario de la muerte de Jane Austen, iniciando el año con una sesión dedicada a una de sus mejores novelas, según la crítica, Emma. Nuestra próxima cita es mañana jueves, 12 de enero. Os esperamos.

CLUB DE LECTURA DE ADULTOS "JOSÉ BECEIRO"


Muy Feliz Año Nuevo. De nuevo retomamos estas páginas para contaros sobre la última sesión del año del Club de Lectura de Adultos "José Beceiro". En primer lugar, deciros que nos alegramos de nuevo enormemente al poder comunicaros la incorporación de una nueva participante, María, cuya presencia y aportaciones enriquecieron nuestra reunión del pasado jueves de diciembre. En este encuentro compartimos nuestras opiniones sobre Morning Star, de Xosé Miranda, novela que, desde su publicación en 1998, continúa siendo merecedora de una gran acogida por el público en general. Como ya señalamos, esta narración, ganadora del Premio Xerais, y que supuso la consolidación del autor lucense, representa un homenaje a La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, escritor del que Miranda se ha reconocido en varias ocasiones admirador, y como detallan aspectos como semejanzas argumentales y otros puntos de coincidencia entre las biografías de sus protagonistas. La novela, en la que nuevamente vuelve a residir el interés primordial en la trama, es un ejemplo de la idea literaria de la vuelta a las fuentes y el enriquecimiento a partir de moldes de la tradición universal defendida por el autor. La relectura en esta ocasión se realiza a partir de la revisión de nuestro pasado, una reivindicación constante de Miranda, que nos traslada en el relato a la Galicia de mediados del siglo XIX, y a fenómenos como las historias de bandoleros y tesoros, tan comunes en la tradición oral, junto a acontecimientos menos conocidos como los levantamientos armados de 1846. Personajes como Pepa a Loba, citada por Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán y Ramón del Valle-Inclán, y a quien Carlos Reigosa dedicó una novela, permanecen aún en la memoria popular, como nos recordó nuestra Aurora, quien rememoró en la sesión algunas de sus andanzas, aún temidas no hace tantos años.

En este curso en el que, como estamos insistiendo, otorgamos gran protagonismo al Teatro, los miembros del Club acudimos, como en el pasado ciclo, a una representación ofrecida por la compañía O Lar da Farsa, en la que participa Pepucha, una de nuestras  lectoras. Si el curso anterior nos deleitaron con el humor en las relaciones de pareja, a principios de diciembre, y formando parte de la Semana del Teatro organizada por el Casino de O Seixo, ofrecieron uno de los títulos del autor y actor naronés José Luis Prieto, en concreto Dereita, esquerda. En la obra se diseccionan aspectos y conflictos de la sociedad actual desde una posición en clave irónica que parte de la exploración de la convivencia en una comunidad de vecinos. La perspectiva, marcada por un carácter humorístico y hasta paródico en el inicio, en el que se presentan a los personajes, representantes supuestos de distintas edades y condiciones enfrentados como arquetipos de la sociedad española contemporánea, se torna, de forma paralela a la sucesión de los acontecimientos, cada vez más sombría. La antítesis en las posturas ideológicas de cada familia, base del argumento, se muestra creciente a lo largo de la representación de un texto cada vez más grave, a pesar de incluir ciertos elementos de comicidad que contribuyen a la identificación del espectador con esos personajes. Lejos de experimentar transformación, éstos permanecen cual títeres en sus roles inalterables, y el tono familiar, próximo en los diálogos a lo que podría ser una comedia de situación televisiva, avanza hacia un final en el que, repentinamente, y como un golpe de efecto dirigido al público, el argumento, imposibilitando cualquier evolución, alcanza con sus tintes cercanos al absurdo los registros de plena tragedia. El elemento ético de la pieza, comenzado y concluido por un personaje externo, que hace las veces de "relator" a la vieja usanza, nos propone, con ese ejercicio didáctico dirigido al sorprendido espectador, una reflexión, basada en este cuento contemporáneo dramatizado con personajes tan cercanos a nosotros mismos, muchas veces estáticos en nuestras inconmovibles posiciones de cerrazón, sobre la cercanía entre lo cómico y la tragedia, entre la amable cotidianidad y el horror, provocados por el desconocimiento, la sinrazón y la intolerancia.