En la última sesión del Club de Lectura de Adultos "José Beceiro", celebrada el pasado martes 13 se comentó la quinta novela de Kazuo Ishiguro Cuando fuimos huérfanos. En el título del escritor japonés afincado en Londres vuelve a ponerse de manifiesto su gusto por un estilo críptico, en el que predomina el interés por la sugerencia, por el contenido no expresado. La ausencia de expresión emocional de sus protagonistas, seres no integrados socialmente, y su falta de percepción de la realidad a través de una intencionada distorsión del discurso, fueron algunas de las razones que explicaron los componentes del Club para indicar las dificultades que plantea el acercamiento a las vivencias de los personajes. Por otra parte, el deseo de transgredir los géneros, habitual en el escritor (aquí parte del relato de detectives clásico, a la manera de su admirado Conan Doyle), plantea evidentes problemas en el desarrollo de la trama, pese a que siempre ha sido considerado Ishiguro como un maestro de la construcción literaria. El resultado deviene en una suerte de mezcolanza entre pasajes de novelas costumbristas de alta sociedad británica y textos de aventuras, acción y espionaje. Es en el final, especialmente, donde el esfuerzo por dotar de mayor verosimilitud al drama produce una mayor distorsión estructural. En cualquier caso, la elegancia de la prosa del autor y la novedosa perspectiva psicológica que plantea, hacen merecedora a la novela de una lectura desde otra óptica que supera las convencionales posiciones de la literatura posmoderna.
El próximo mes, tendremos una cita con la Poesía, eje temático de este curso, y siempre merecedora de una mayor intención. Esperamos que disfrutéis con los versos de José María Díaz Castro.
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