

Pero no es, hasta que Cleto Zavala las lleva a Madrid y son ejecutadas repetidamente por la renombrada
Sociedad de Cuartetos dirigida por Jesús de Monasterio, cuando adquieren la notoriedad que merecen. Dicha
Sociedad, formada también por Rafael Pérez, Tomás Lestán y Víctor Mirecki, y que se había formado en 1863, fue la primera en dar a conocer el repertorio camerístico en España de forma regular y con grandes exigencias estéticas, técnicas e interpretativas. El 23 de enero de 1885, tocaron el
Cuarteto en Re menor en una sesión de la que Monasterio recoge en sus notas: "La ejecución de todas las obras fue en general muy esmerada y grandísimo el entusiasmo del público". La crítica señala (
La Correspondencia Musical): "[...] es un dechado de inspiración que deja gratísimamente impresionado el ánimo, y revela, desde luego, el genio musical de quien la concibiera". El mismo Tomás Bretón, en su
Diario, escribe: "gusta más cuanto más se oye".
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