jueves, abril 28, 2011

MÁGICO BOSQUE


"Luego, a la vista de un bosque, se aproximaron a una colina cónica coronada de pinos oscuros y los caballeros se detuvieron y temblaron con las orejas erguidas y los ojos blancos de miedo. Sir Ewain y sir Gawain reconocieron las señales y volvieron grupas para eludir ese túmulo. Aquél no era su oficio ni su mundo. Bastantes prodigios había en el que habitaban.
No sin alivio se internaron en un tupido robledal y se alejaron de esa comarca encantada. Los troncos de los árboles, gruesos como caballos, se alzaban oscuros y ensombrecían el cielo con una maraña de hojas inquietas y apenas traspasada por una luz verde y porosa. Un tapiz de musgo apagaba el retumbar de los cascos, ningún pájaro cantaba en la enramada. Sólo el golpeteo del escudo contra el peto, el arenoso susurro de los correajes y el tintinear de las rodajas de las espuelas delataban su paso por el bosque. Los caballos lograban abrirse paso, pues se sabe que un caballo con la rienda suelta suele internarse por los caminos que otros siguieron antes. En lo alto, las hojas de roble se agitaban extremecidas por un viento que ni rozaba el suelo. La calma  y la penumbra impregnaron el ánimo de los caballeros y los dos guardaron silencio. Mucho se contentaron al llegar a la cima de una colina y ver desde allí una planicie alfombrada de hierba y, en sus límites frondosos y distantes, una oscura torre de piedra almenada y fortificada, pues este sitio, aunque estuviera erizado de peligros, debía albergar formas comprensibles. Gawain y su primo se irguieron en las sillas, inclinaron los escudos hacia adelante y llevaron la mano derecha a la empuñadura de la espada. De la pradera llegaban voces femeninas estridentes y coléricas. Los caballeros verificaron la firmeza de sus correajes y antes de proseguir rumbo a la torre bajaron sendas viseras.
En la linde de la planicie se detuvieron, pues vieron a doce damas que corrían frente a un árbol pequeño del que pendía un escudo blanco".

John Steinbeck. Gawain, Ewain y Marhalt. Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros según la obra de sir Thomas Malory y otras fuentes. 1976.

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