


Bienvenidos a
La armónica de cristal. Este martes volvemos a Francia con el recuerdo de uno de los autores del denominado grupo de
Les Six: Francis Poulenc (1899-1963). Miembro de una acomodada familila propietaria de una famosa industria química, este parisino recibió sus primeras enseñanzas musicales de la mano de su madre, una pianista aficionada. Estos estudios fueron continuados con el renombrado pianista español Ricardo Viñes y Charles Koechlin, éste último en el terreno de la Composición. Los triunfos de Poulenc fueron precoces y muestran ya su típico refinamiento en la escritura (ejemplo de ello son la
Rapsodia negra y los
Movimientos perpetuos para piano), así como la influencia clara de Jean Cocteau y Satie (humor, gusto por las miniaturas musicales), si bien no debe negarse las de Chabrier y Stravinski, a distinto nivel. En estos primeros años, comparte con otros miembros de
Les Six (Milhaud, Durey, Auric, Honegger, Tailleferre) el gusto por el Jazz, los
music-halls, los deportes y otros avances de la vida urbana que caracterizaron los "felices años 20". De hecho, Poulenc llegó a autodenominarse portavoz del grupo en el conocido manifiesto de 1918
Le Coq et l'harlequin, en el que se proclama la clara oposición tanto a la estética
wagneriana como a la de Debussy. En 1924 estrena con gran éxito
Les Biches (
Las Ciervas), lo que le supone la equiparación por muchos como "nuevo Mendelssohn".
Comentarios