jueves, abril 15, 2010

VISITA DE ROSA ANEIROS

Sólo se me ocurre una palabra para expresar la sensación que me ha dejado la visita de Rosa Aneiros hoy a nuestros Clubs de Lectura: "emoción". Ha sabido comunicar en hora y media un buen puñado de sensaciones: placer por la lectura, afán de aprender a narrar las propias experiencias, interés por escuchar y aprender de nuestros mayores, valoración del papel de tantas mujeres anónimas en nuestra historia...
Casi no nos dábamos cuenta de que el tiempo pasaba encandilados de las palabras de esta joven escritora que, además, sabe enganchar y comunicar con su simpatía y entusiasmo.
Primero Carolina la presentó muy ajustadamente. A continuación Rosa comenzó a hablar de muchos temas: por qué se hizo escritora gracias al placer que le producía escuchar las historias de su padrino en Meirás, su paso a la escritura de forma natural. Sobre Ás de bolboreta nos comentó su interés de poner rostro y nombre a tantos personajes anónimos de las noticias sobre inmigrantes que nos visitan. Nos regaló con la lectura de un fragmento precioso de esta obra, la conversación entre Lucía y su hermano escondidos debajo de la cama. Muchos comprendimos cómo una charla entre hermanos que juegan puede expresar mucho más sobre la violencia doméstica que otros muchos discursos.

Sobre Sol de Inverno nos aclaró algunas dudas. El pueblo de Antes es el único que no se corresponde a un lugar fijo para darle un valor simbólico, que contenga todo el misterio del paraíso perdido de la protagonista, del mismo modo que su nombre es el único que se sale de la onomástica corriente y adquiere un contenido simbólico: "Invierno". De todas maneras, lo más cerca que se podría situar es la zona de San Andrés de Teixido. El personaje de Silvia, la niña muerta en Barcelona no existió en realidad. Quiere ser un homenaje a todos los inocentes muertos en las guerras. El padre, Alfredo, lo pintó así para que produjera en nosotros cierto rechazo. De tan idealista, se desentiende de lo más importante de su vida: su familia. Se inspiró en muchas historias sobre la guerra civil, ninguna de su propia familia, si bien la parte de Cuba tiene deudas con los relatos de su ya citado padrino, que emigró a la isla hacia 1920.
Son tantos los temas que trató que alguno se me olvida en este rápido repaso. Fue especialmente emocionante el diálogo con José y Aurora, nuestros abuelos del Club de Lectura de Adultos que quisieron acompañarnos y cuyo testimonio sobre las dificultades de las mujeres en su mocedad nos impactó a más de uno.

Noté a muchos alumnos muy interesados y, venciendo las timideces de otras veces, admiré cómo se lanzaban a preguntar, a opinar, a recomendar, en unos diálogos que se salían del guión más o menos preparado. ¡Genial, chicos!
Espero que hayáis disfrutado tanto como yo. Nos ha dejado el listón muy alto para nuestro próximo invitado. Nos encantaría, además, que pudiera volver, pues tan embobados estábamos con Rosa que se nos pasó hacerle la entrevista en la radio. Así que, ya digo, tiene que volver.

1 comentario:

Nocha dijo...

Hola:
Para mi ha sido una experiencia única (espero sea repetible dado el buen "sabor de boca" que me ha dejado).
Rosa es una enamoradora; podemos confirmar su simpatía y que ha desarrollado muy bien la "fórmula de su padrino" para contagiar entusiasmo.
Un beso,

Nocha

PD: Gracias Pilar por tu enorme trabajo.