Hola, un nuevo martes nos encontramos en esta sección de viajes sonoros. Esta semana proponemos una obra del compositor Eduard Varèse, uno de esos autores innovadores, cuya producción, a pesar de ser breve, no deja de sorprendernos por su modernidad y experimentación. Nacido en París, Varèse cursó estudios de Física y Matemáticas, disciplinas que influyeron decisivamente en su catálogo, caracterizado por la búsqueda de nuevos timbres, la utilización de los sonidos como masas sonoras con entidad propia, la temática urbana, el interés por la música electrónica y su adhesión a la vanguardia musical en toda su trayectoria.
La mayor parte de sus obras fueron escritas en las décadas de 1920 y 1930 en Estados Unidos, donde residió desde 1915, aunque no fue hasta después de 1950 cuando comenzaron a difundirse para un público más generalizado, gracias al impulso, entre otros, de Xenakis y Boulez. Hoy hemos elegido una pieza singular,
Densidad 21,5, título
preciso para esta introspección sonora de un instrumento solo, la flauta, en cuanto que alude al peso específico del platino, material del que se construyó el instrumento para cuyo dueño fue realizada la composición. La partitura, que data de 1936, concibe la flauta como un instrumento armónico, en el que la investigación de posibilidades técnicas y expresivas no resta lirismo. Nos encontramos ante una obra que nos envuelve en una ilusión espacial y temporal, gracias a la utilización de contrastes en los registros, que proporciona una sensación de dos instrumentos estrechándose polifónicamente. La búsqueda de un sonido puro se convierte en elemento de construcción que nos aferra a la melodía, elevándonos y describiendo un sutil viaje en los márgenes del tiempo. Volveremos a Varèse y a sus aportaciones siempre sorprendentes.
Hola, un nuevo martes nos encontramos en esta sección de viajes sonoros. Esta semana proponemos una obra del compositor Eduard Varèse, uno de esos autores innovadores, cuya producción, a pesar de ser breve, no deja de sorprendernos por su modernidad y experimentación. Nacido en París, Varèse cursó estudios de Física y Matemáticas, disciplinas que influyeron decisivamente en su catálogo, caracterizado por la búsqueda de nuevos timbres, la utilización de los sonidos como masas sonoras con entidad propia, la temática urbana, el interés por la música electrónica y su adhesión a la vanguardia musical en toda su trayectoria. 
La mayor parte de sus obras fueron escritas en las décadas de 1920 y 1930 en Estados Unidos, donde residió desde 1915, aunque no fue hasta después de 1950 cuando comenzaron a difundirse para un público más generalizado, gracias al impulso, entre otros, de Xenakis y Boulez. Hoy hemos elegido una pieza singular, Densidad 21,5, título preciso para esta introspección sonora de un instrumento solo, la flauta, en cuanto que alude al peso específico del platino, material del que se construyó el instrumento para cuyo dueño fue realizada la composición. La partitura, que data de 1936, concibe la flauta como un instrumento armónico, en el que la investigación de posibilidades técnicas y expresivas no resta lirismo. Nos encontramos ante una obra que nos envuelve en una ilusión espacial y temporal, gracias a la utilización de contrastes en los registros, que proporciona una sensación de dos instrumentos estrechándose polifónicamente. La búsqueda de un sonido puro se convierte en elemento de construcción que nos aferra a la melodía, elevándonos y describiendo un sutil viaje en los márgenes del tiempo. Volveremos a Varèse y a sus aportaciones siempre sorprendentes.
1 comentario:
Hola que tal somos elia desi queremos que en el mundo haya paz
un saludo
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