viernes, mayo 22, 2015
ARTEMATEMÁTICAS
El mes de febrero nuestras compañeras, de la mano de Borges y Bioy Casares, nos proponen un juego literario-matemático. Esperamos que disfrutéis con la lectura de este fragmento de "Las doce figuras del mundo" de Seis problemas para don Isidro Parodi.
"Una mañana de lluvia, Molinari tomó el ómnibus en la esquina de Humberto I. Cuando bajó en Palermo, bajó también el desconocido, que había pasado de los anteojos a la barba rubia...
Parodi, como siempre, lo recibió con cierta sequedad; tuvo el tino de no aludir al misterio de Villa Mazzini: habló, tema habitual en él, de lo que puede hacer el hombre que tiene un sólido conocimiento de la baraja. Evocó la memoria tutelar del Lince Rivarola, que recibió un sillazo en el momento mismo de extraer un segundo as de espadas de un dispositivo especial que tenía en la manga. Para complementar esa anécdota, extrajo de un cajón un mazo grasiento, lo hizo barajar por Molinari y le pidió que extendiera los naipes sobre la mesa, con las figuras para abajo. Le dijo:
-Amiguito, usted que es brujo, le va a dar a este pobre anciano el cuatro de copas.
Molinari balbuceó:
-Yo nunca he pretendido ser brujo, señor... Usted sabe que yo he cortado toda relación con esos fanáticos.
-Has cortado y has barajado; dame enseguidita el cuatro de copas. No tengas miedo; es la primera carta que vas a agarrar.
Trémulo, Molinari extendió la mano, tomó una carta cualquiera y se la dio a Parodi.
Éste la miró y dijo:
-Sois un tigre. Ahora me vas a dar la sota de espadas.
Molinari le dio una carta.
-El ejercicio te ha cansado. Yo sacaré por vos la última carta, que es el rey de copas.
Tomó, casi con negligencia, una carta y la agregó a las tres anteriores. Después le dijo a Molinari que las diera vuelta. Eran el rey de copas, el siete de bastos, la sota de espadas y el cuatro de copas.
-No abras tanto los ojos -dijo Parodi-. Entre todos esos naipes iguales hay uno marcado; el primero que te pedí pero no el primero que me diste. Te pedí el cuatro de copas, me diste la sota de espadas; te pedí la sota de espadas, me diste el siete de bastos; te pedí el siete de bastos y me diste el rey de copas; dije que estabas cansado y que yo mismo iba a sacar el cuarto naipe, el rey de copas. Saqué el cuatro de copas, que tiene estas pintitas negras.
Abenjaldún hizo lo mismo. Te dijo que buscaras el druso número 1, vos le trajiste el número 2; te dijo que trajeras el 2, vos le trajiste el 3; te dijo que trajeras el 3, vos le trajiste el 4; te dijo que iba a buscar el 4 y trajo el 1. El 1 era Ibrahim, su amigo íntimo. Abenjaldún podía reconocerlo entre muchos...".
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