La sesión del mes de octubre se dedicó el martes pasado al género teatral y, en concreto, al clásico de Arthur Miller Muerte de un viajante, título que nos sirvió para realizar un repaso de la trayectoria del autor neoyorkino dentro del contexto de la dramaturgia estadounidense de la primera mitad del siglo XX. Nocha insistió en las dificultades de lectura de la obra por el continuo cambio de escenas y la inserción de tiempos distintos, fruto de la persistente confusión entre realidad e ilusión del protagonista. María también incidió en la complejidad del montaje y puesta en escena, en la que elementos como la música y la iluminación, de clara influencia expresionista, son determinantes para la conjunción de espacio y tiempo. Junto a la reconocida mirada crítica al sistema capitalista y al "sueño americano"
presente en la tragedia de Willy Loman, subyace en el texto una red de
temas como los conflictos generacionales, la disgregación de la familia,
la emigración urbana o el consumismo exacerbado, que propiciaron un prolongado debate por parte de los miembros del Club. Se analizaron, asimismo, cuestiones como el modelo de educación y valores sociales transmitidos por los personajes y la mirada realista sobre elementos que en el argumento ejercen como símbolos, tal es el caso del automóvil, las semillas, el deporte o la profesión que da título a la obra. Pepucha aludió a la versión interpretada por José Sacristán y se recordaron otras españolas, como la de José María Rodero, esta última grabada dentro de la recordada serie de Estudio 1 de Televisión Española. 
La próxima sesión tenemos una cita con Merlín y familia de Álvaro Cunqueiro. Disfrutad mucho y muy felices lecturas.
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