El acercamiento a los dos títulos que protagonizaron el encuentro, Palabras de Caramelo de Gonzalo Moure y Mi planta de naranja-lima de José Mauro de Vasconcelos, clásicos que merecen una relectura por el público adulto, propició la participación de los miembros en torno al tema de la problemática de la situación de la infancia y juventud en los países del llamado Tercer Mundo. En este sentido, se prestó especial interés a iniciativas como la desarrollada por Gonzalo Moure en el Sáhara a través del Proyecto Bubisher. Respecto a Mi planta de naranja-lima, muchos miembros manifestaron inmediatamente una rápida identificación con el personaje de Zezé. Aurorita y José enriquecieron de nuevo la reunión con sus entrañables recuerdos de una infancia en un entorno de dificultades, en la que el aprendizaje en la calle y la imaginación en los juegos suplían la ausencia de tantos bienes materiales de los cuales hoy gozamos e incluso infravaloramos. Inmediatamente se planteó un debate centrado en los modelos de educación actuales y su vigencia para la solución de los problemas que plantea la juventud. María del Carmen hizo hincapié en la supremacía de los cánones impuestos por los medios de comunicación y la necesidad de un mayor diálogo intergeneracional. Nocha y María ratificaron la necesidad de cuestionar los modelos transmitidos por la sociedad de consumo y Carmela y Chus reivindicaron la denominada "cultura del esfuerzo". En la sesión se analizó también la tipología de la novela de iniciación, género del que ya hemos leído algunos ejemplos y al que volveremos en la próxima convocatoria del Club, de la mano de El Africano de Jean- Marie Gustave Le Clézio.
martes, abril 17, 2012
CLUB DE LECTURA DE ADULTOS.
Nuestra última sesión del Club de Lectura de Adultos, celebrada el pasado martes, se dedicó al Año Internacional de la No Violencia contra la Niñez y la Adolescencia 2012.
El acercamiento a los dos títulos que protagonizaron el encuentro, Palabras de Caramelo de Gonzalo Moure y Mi planta de naranja-lima de José Mauro de Vasconcelos, clásicos que merecen una relectura por el público adulto, propició la participación de los miembros en torno al tema de la problemática de la situación de la infancia y juventud en los países del llamado Tercer Mundo. En este sentido, se prestó especial interés a iniciativas como la desarrollada por Gonzalo Moure en el Sáhara a través del Proyecto Bubisher. Respecto a Mi planta de naranja-lima, muchos miembros manifestaron inmediatamente una rápida identificación con el personaje de Zezé. Aurorita y José enriquecieron de nuevo la reunión con sus entrañables recuerdos de una infancia en un entorno de dificultades, en la que el aprendizaje en la calle y la imaginación en los juegos suplían la ausencia de tantos bienes materiales de los cuales hoy gozamos e incluso infravaloramos. Inmediatamente se planteó un debate centrado en los modelos de educación actuales y su vigencia para la solución de los problemas que plantea la juventud. María del Carmen hizo hincapié en la supremacía de los cánones impuestos por los medios de comunicación y la necesidad de un mayor diálogo intergeneracional. Nocha y María ratificaron la necesidad de cuestionar los modelos transmitidos por la sociedad de consumo y Carmela y Chus reivindicaron la denominada "cultura del esfuerzo". En la sesión se analizó también la tipología de la novela de iniciación, género del que ya hemos leído algunos ejemplos y al que volveremos en la próxima convocatoria del Club, de la mano de El Africano de Jean- Marie Gustave Le Clézio.
El acercamiento a los dos títulos que protagonizaron el encuentro, Palabras de Caramelo de Gonzalo Moure y Mi planta de naranja-lima de José Mauro de Vasconcelos, clásicos que merecen una relectura por el público adulto, propició la participación de los miembros en torno al tema de la problemática de la situación de la infancia y juventud en los países del llamado Tercer Mundo. En este sentido, se prestó especial interés a iniciativas como la desarrollada por Gonzalo Moure en el Sáhara a través del Proyecto Bubisher. Respecto a Mi planta de naranja-lima, muchos miembros manifestaron inmediatamente una rápida identificación con el personaje de Zezé. Aurorita y José enriquecieron de nuevo la reunión con sus entrañables recuerdos de una infancia en un entorno de dificultades, en la que el aprendizaje en la calle y la imaginación en los juegos suplían la ausencia de tantos bienes materiales de los cuales hoy gozamos e incluso infravaloramos. Inmediatamente se planteó un debate centrado en los modelos de educación actuales y su vigencia para la solución de los problemas que plantea la juventud. María del Carmen hizo hincapié en la supremacía de los cánones impuestos por los medios de comunicación y la necesidad de un mayor diálogo intergeneracional. Nocha y María ratificaron la necesidad de cuestionar los modelos transmitidos por la sociedad de consumo y Carmela y Chus reivindicaron la denominada "cultura del esfuerzo". En la sesión se analizó también la tipología de la novela de iniciación, género del que ya hemos leído algunos ejemplos y al que volveremos en la próxima convocatoria del Club, de la mano de El Africano de Jean- Marie Gustave Le Clézio.
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