jueves, noviembre 19, 2009

MARTES DESDE GONGURI




Hola, bienvenidos a nuestro encuentro semanal con la Ciencia-ficción literaria. Hoy proponemos desde Gonguri la revisión de una novela perteneciente al subgénero de la categoría de los androides, iniciado con el "moderno Prometeo" de Mary Shelley. Conviene resaltar la distinción de la naturaleza de la protagonista de La Eva Futura (1886) de Villiers de l'Isle-Adam, con respecto a otros ingenios posteriores surgidos de los esfuerzos de la robótica. Nuestra heroína es concebida como un ser vivo en esta narración del escritor simbolista que aúna claves del relato de terror con reflexión filosófica de honduras inesperadas (no olvidemos su profundo estudio de las obras de Hegel). La creación de una inteligencia artificial es el propósito del encargo de Lord Ewald a Edison, quien diseña a Hadaly, réplica de la belleza del primer amor del noble, pero poseedora de un don no siempre inherente en la personalidad humana, la inteligencia. La invención de este modelo exige al autor la dotación de un alma, acción encaminada, como en todo relato de herencia romántica, a la consecución del sentimiento del amor,   afecto excelso que distancia la novela de los prototipos autómatas de otras obras del género.



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