viaja a saltos alegres.
Luego medita en ferrado reposo,
clavado con diez horizontes.
Adelanta. Arrástrese bajo túneles,
más allá, bajo túneles de dolor,
bajo vértebras que fugan naturalmente.
Otras veces van sus trompas,
lentas ansias amarillas de vivir,
van de eclipse, y se espulgan pesadillas insectiles,
ya muertas para el trueno, heraldo de los génesis.
Piano oscuro ¿a quién atisbas
con tu sordera que me oye,
con tu mudez que me asorda?
Oh pulso misterioso.
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